Editorial
Gracias, amable lector por adentrarte en el boomerang. Algunos comentarios han llegado a la redacción, respecto a cual es nuestro propósito y quienes somos, dado que es importante aclararlo lo hacemos con todo gusto. Nuestro propósito no es vender toper were, ni biblias, con todo respeto para quienes lo hacen, es mas, no queremos vender nada. Nuestro propósito no es hacerle la barba a Slim o alcanzar una diputación, ni mucho menos tener una gasolinera y despachar litros de 900 Mililitros: tampoco es nuestro objetivo hacer una caja popular y transarnos la lana o filmar un video clandestino y dárselo a Mausan o al cisen; no, señoras y señores, no queremos nada de eso. Lo que si quieremos es nada. Nuestra aspiración es otra. Aspiramos a una nación humana universal y a su libre transito en ella. Pretendemos la solidaridad, el dar desinteresado, la no¬ discriminación y la no-violencia activa. No decimos que hemos descubierto el hilo negro cuando decimos que las relaciones y las cosas no andan bien; cualquiera con dos dedos de frente lo puede percibir con todo respeto para los que tienen un solo dedo de frente, y al percibir que las relaciones y las cosas no andan bien decidimos cambiarlas. Decidimos no dejarnos llevar por la inercia absurda de los acontecimientos, los cuales están plagados de sin sentido.
Decidimos influir en nuestro barrio, en nuestras labores y hogares poniendo el sentido y la coherencia frente a la descomposición social. A grandes rasgos eso pretendemos, confiamos en comunicarlo y experimentarlo, esperamos que más gente se sume desde su muy particular visión aceptando la riqueza en la diversidad. En cuanto a quienes somos, aquellos que hicieron sus amables comentarios, las preguntas mas frecuentes fueron que si somos de alguna religión o secta o empresa s.a. o a.c. de c.v. nel, ni somos de la t.v. siquiera. No somos nada. Somos gente común con anhelos de humanizar el entorno: la escuela, la chamba, el barrio, la ciudad, el país, el mundo y ranchos circunvecinos. Pertenecemos a una corriente denominada humanismo universalista el cual incorpora los aportes históricos de diversas culturas, no solo las que están en el centro de la atención. Para este movimiento el ser humano es el valor central, con mayor relevancia que el dinero, que dios, que la patria o que el osito Bimbo. El movimiento humanista somos hombres y mujeres que luchamos por superar la crisis general y de manera optimista creemos en la libertad y en el progreso social. No queremos un mundo uniforme, sino múltiple, en culturas, en etnias, en religiosidades o ateismos. No queremos amos, ni dirigentes, ni jefes, ni nos sentimos jefes ni dirigentes de nadie. No queremos ejércitos policíacos, ni bandas armadas que las sustituyan. Por ahí va la onda con el movimiento humanista. Nuestras ideas parten de la concepción particular de la gente, de su existencia, de su pensar de su sentir y hacer de la gente. No partimos de generalidades, ni del subconsciente, ni de la materia. Pues ojala se junten las replicas, los comentarios y las inquietudes para que regrese el boomerang. Chido.
Juan Carlos Ramírez
¿Como estas?
Cuando recibes esto pregunto, regularmente respondes: Estoy bien, queriendo decir que no estás mal, ni más o menos, sino bien. Pero, qué es estar bien? A qué te refieres? Parece que lo bueno no requiere de mucho explicación, que lo sentimos y basta. Que al saludar enviamos concientes o no, nuestros buenos deseos. Estar bien, no como algo quieto y terminado. No estamos terminados, respondemos o un saludo, no entramos o una disertación.
No te desgastes con lo bueno y lo malo, con premio y castigo, no te quiero moralizar. Es posible que nos perdamos trotando de sacar en limpio una formulo de estar bien. Conocemos las yo hechas y masticadas de estar bien: el éxito, la fortuna, el triunfo, el dinero, el placer y todo lo que se junte
con las figurilla huecos del televisor donde solo faltas tu, tu cara en el figurín y ¡ya! Ser feliz y estar bien. Pero esas figuras virtuales están alejadas o frías o quietas, están terminadas. Por eso algo no checa. Pero ¿qué tanto lío con un saludo? No pienso saludarte: ¿estás terminado? Tampoco pienso
que la fortuna, el placer, el triunfo, el éxito o el dinero, estén mal; están bien, están ahí quietos para ser tomados o no; para moverlos como figuras de un lado o otro, para que las muevas tu.
Lo que mueve el tapete donde se asienta el saludo es el sentido. Basta que le demos un tirón paro que se desempolve, o sea: ¿Cuál es el sentido? De lo bueno, de lo feliz, de lo que se mueve, de ti, de mí. Y dale con las preguntas, como si rascarle o un saludo le provoque ronchas filosóficas. Ahí van más: ¿Quién soy?
( Léase quién eres) ¿A dónde voy? ¿De dónde vengo? (léase de dónde venimos y hacia dónde vamos) Ni siquiera puedo mantenerme en primero persona, se multiplica lo cosa.
Sin embargo, lo que puedo ser bueno para mí, no necesariamente lo seo o tenga que ser para ti, para todos. Yo se rasgó el tapete de tonto jaloneo, tengo que buscar un tapete nuevo donde se sienten las respuestas o esperar su turno de ser sacadas al baile. Huele a café y se oye el danzón: "Bueno es el que hace cosos buenas" y ahí va uno cumbia con aroma de cigarro: “El que lucha es el que vence y conquisto los cosas buenas de la vida'" ahora un hit de la última ola: "Lo bueno de lo felicidad es que esta o la vuelta de la esquina, esperando escuchar tus pasos acercarse'". Sería mejor escuchar esto en el corazón o cantarlo o todo pulmón.
Lo bueno es que puedo darme cuenta cuando estoy bien; también puedo darme cuento cuando te saludo y estás bien y me doy cuenta que tu te das cuento cuando estamos bien. Se siente fluir algo con buen sabor y olor. Que todo avanza, mejor dicho que todo danza con eso cadencia que provoco las alturas sublimes sin perder los pies de la pista y con el color más exquisito animando alrededor. ¡Qué buena vibra! Parece que podemos coincidir en lo bueno o pesar de las diferencias. No estorban los diferencias por el contrario vienen o enriquecer lo fiesta; entonces por qué todo esta tan mal?...la carestía, la violencia, la crisis y otros cosas que se nos estrellan en la conciencia. ¡Ah! diría Aristóteles en su " Ética nicomáquea'": "Puede suceder, en efecto, que de la simple disposición habitual no resulte ningún bien, como le sucede al que esta dormido o vive de alguna manera ociosa; pero con lo actividad no es posible que sea así, pues quien la tenga, por añadidura obrará y lo hará bien.'"
Según el de Estagira el bien se construye, que independientemente de los tópicos de vuelo que toque lo bueno y el bien, puedo y podemos construir una realidad amorosa, posando de la disposición o la obra. Manos a la obra y también corazón y cabeza. Y yo me voy, que solo quería saludarte, que estés bien.
NOTA: El autor se descarto de ser buen bailarín o buen filósofo o bueno para nada.
Juan Cerregue.
